"Se trata de un golpe de Estado contra la Asamblea Nacional. El Parlamento es un órgano pluralista donde se deben expresar los distintos partidos políticos. Destituir a los diputados opositores y expulsarlos del Parlamento constituye una liquidación de la independencia del Poder Legislativo", explicó a Sputnik Nóvosti la responsable del Movimiento Renovador Sandinista (MRS, centro izquierda), aliado del PLI, Dora María Téllez.
El Tribunal Electoral de Nicaragua destituyó el pasado viernes a 28 diputados opositores (16 titulares y 12 suplentes) tras la petición del presidente y representante legal del PLI, Pedro Reyes, que acusó a los legisladores en cuestión de no respetar la nueva representación legal del partido.
Un pleito interno del PLI
Sin embargo, el analista Adolfo Pastrán señaló a esta agencia que lo ocurrido con los diputados opositores es algo que "contempla la Constitución política y la ley electoral" de Nicaragua y que se trata de un "pleito interno" del PLI que comenzó hace 6 años.
"Cuando la Corte Suprema de Justicia le entrega a Reyes la personería jurídica del PLI, este llama a los diputados a que lo reconozcan como nueva autoridad, pero estos se declaran en rebeldía y él aplica la ley electoral expulsándolos y sustituyéndolos por otros", añadió el director de la publicación digital Informe Pastrán.
Pedro Reyes asumió en junio como nuevo presidente del PLI tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia sustituyendo al dirigente opositor Eduardo Montealegre.
"Esa división de la oposición le ha dado una gran ventaja política al Frente Sandinista de Liberación Nacional (del presidente Ortega) para gobernar tranquilamente, pero la oposición siempre tiene presencia en el Parlamento", sostuvo Pastrán.
Sin embargo, para la exguerrillera sandinista Téllez, Ortega, "a través de una resolución de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, arrebató el PLI a quienes lo ostentaban para entregárselo a un grupo afín y subordinado a sus intereses".
Se reduce el arco opositor
Los 28 diputados destituidos del PLI, principal partido de la oposición tras las elecciones de 2011, respondían al liderazgo del diputado Montealegre.
Al no tener un partido legal, "no podrán competir en las elecciones" del próximo 6 de noviembre, aclaró Pastrán, pero podían haber negociado "alguna alianza con el Partido Liberal Constitucionalista de Arnoldo Alemán y no quisieron hacerlo".
El grupo de Montealegre lo forman los 16 diputados titulares destituidos y el resto, los 12 suplentes, "se plegó a Pedro Reyes y seguirán como diputados propietarios en la Asamblea hasta diciembre, es decir, su partido también se dividió en dos", añadió.
Para la exguerrillera sandinista Téllez, "las elecciones de noviembre ya no existen", puesto que el pueblo nicaragüense no tiene opciones para elegir.
Pluralismo político
Pero en opinión del analista Pastrán, "la Constitución garantiza el pluralismo político" en el país, donde existen varios "partidos en alianza que se inscribieron para competir en las elecciones, que incluyen a conservadores y liberales".
Por su parte, Reyes indicó a Sputnik Nóvosti que la destitución de los 28 diputados opositores no supone un golpe de Estado, aunque sí reconoce que existe un Gobierno autoritario en Nicaragua.
"No puede haber golpe de Estado porque técnicamente no se ha hecho una ruptura: la tierra la siguen teniendo los mismos, hay libertad de prensa… pero sí hay un estado autoritario-propietario", señaló a esta agencia.
Tras la destitución de los diputados del PLI, el Congreso de Nicaragua, de 91 escaños, está formado por 63 diputados sandinistas, dos del derechista Partido Liberal Constitucionalista afín al Gobierno, 24 del PLI, y dos independientes.
