Solo el 33% de todos los encuestados expresa su confianza en el Gobierno para la lucha antiterrorista, sin embargo, el 84% confía en la policía, la gendarmería y los servicios de inteligencia.
El 36% de los franceses opina que el estado de emergencia debe mantenerse y el 50% llama a incluso reforzarlo.
Asimismo la mayoría de los encuestados aboga por una limitación de las libertades y el reforzamiento del control (el 81% se pronuncia a favor, entre ellos el 40%, plenamente a favor).
La encuesta se realizó del 15 al 16 de julio, tras el atentado en Niza y contó con la participación de 1.000 franceses mayores de edad.
El vehículo siguió arrollando a la gente en un recorrido de dos kilómetros hasta que la policía abatió al conductor.
Perdieron la vida 84 personas, además del terrorista, el número de los heridos supera los 300, según datos de Sanidad.
El presidente de Francia calificó la matanza de ataque terrorista.
Más tarde, el grupo terrorista Daesh reivindicó el ataque al afirmar que Bouhlel era "un soldado del Estado Islámico".