"No podemos aceptar el término 'anexión de Crimea' ya que es una interpretación errónea de la realidad", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Al mismo tiempo, los parlamentarios británicos llamaron a restablecer el diálogo con Moscú.
Peskov rescató ese llamamiento a las conversaciones y dijo que se corresponde plenamente con la posición del Kremlin.
"Solo mediante el diálogo se deben resolver los problemas internacionales y los problemas en las relaciones bilaterales", apostilló.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96 por ciento, avalaron esta opción.
Ucrania considera que Crimea es su territorio bajo "ocupación temporal". También Occidente calificó esa incorporación como "anexión ilegal" y aprobó varios paquetes de sanciones contra ciudadanos, empresas y sectores enteros de la economía rusa, a lo que Moscú respondió con un embargo agroalimentario.
La Cancillería rusa declaró en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea votaron "democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU" por la reunificación con Rusia que respeta y acepta esta decisión.