Las restricciones, impuestas por primera vez en junio de 2014, prohíben a los 28 invertir en la economía de la península, exportar un número considerable de productos comunitarios e importar de allí mercancías que no tengan certificados ucranianos.
Las autoridades de Crimea restaron importancia a la prórroga de sanciones al tacharlas de "bala de fogueo".
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
Las autoridades de Crimea convocaron la votación a raíz del violento cambio de gobierno en Ucrania donde subieron al poder políticos que simpatizan con fuerzas marcadamente nacionalistas y hasta rusófobas.
La Cancillería rusa declaró en repetidas ocasiones que los crimeos votaron —democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU— por la reunificación con Rusia, que respeta y acepta esta decisión.