EEUU está "profundamente preocupado" por la agresión que sufrió el líder de la oposición en la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Julio Borges, y "condena los actos de violencia destinados a intimidar a los ciudadanos que ejercen sus derechos democráticos", dice el comunicado.
El jueves más de 10 parlamentarios opositores fueron agredidos por oficialistas y policías cuando llegaban a la sede del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) para reclamar que se validen las firmas para habilitar el referendo revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro.
Estados Unidos en su comunicado, llama a las fuerzas de seguridad venezolanas "a mantener el orden una manera coherente con la normativa internacional y los compromisos internacionales que conciernen a los derechos humanos y civiles".
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela prohibió en mayo cualquier manifestación en los alrededores de la sede del CNE, tras el pedido de amparo constitucional que hicieron cinco funcionarios de ese poder del Estado.
La oposición reclama al Poder Electoral que valide las firmas necesarias en el plazo establecido para que se active el siguiente paso del referendo revocatorio.
La oposición entregó a principios de mayo 1,8 millones de firmas para iniciar el primer paso de formar una asociación de interesados en el referendo, para lo cual bastaban algo menos de 200.000 firmas (uno por ciento del padrón electoral).
Una vez certificadas estas voluntades, el CNE debe autorizar la comparecencia de 20 por ciento del padrón electoral, cuatro millones de personas, que expresen su voluntad de celebrar el referendo.
La consulta en las urnas debe ser convocada dentro de los 90 días siguientes a la verificación del 20 por ciento de voluntades por el CNE.
Si el referendo se celebra este año y hay suficientes votos a favor del cese de Maduro, deberán convocarse elecciones para presidente.
Si lo mismo ocurre el año próximo, el mandatario dejará el cargo, pero quedará en su lugar el vicepresidente.