"Rusia actúa segura de sí misma y no vemos en esto una amenaza directa si bien hemos registrado que Rusia invirtió mucho durante bastante tiempo en sus tropas", dijo Stoltenberg en una rueda de prensa en Berlín.
La alianza noratlántica, sostuvo, ve también que "Rusia está dispuesta a usar la fuerza militar para cambiar las fronteras que se establecieron en Europa tras la Segunda Guerra Mundial".
La OTAN, matizó, no busca una confrontación con Moscú ni tampoco una nueva guerra fría.
"No queremos una nueva carrera armamentista por eso dejamos la puerta abierta al diálogo político con Rusia, a la par que reforzamos la defensa colectiva", aseguró.
Las declaraciones de Stoltenberg vienen después de que a mediados de mayo la OTAN asumiera el control del sistema antimisiles estadounidense Aegis Ashore en la base de Deveselu, en Rumanía, unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
Washington está construyendo otra instalación similar con radares y misiles interceptores en la localidad polaca de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.