La tregua vigente —por frágil que sea—, las negociaciones en Ginebra, una serie de derrotas de Daesh y la liberación de Palmira no serían posibles sin la participación de Rusia, escribe el analista, admitiendo que estos logros "ya son suficientes para acabar con la confrontación con Rusia".
La participación rusa, tan útil para el acuerdo nuclear con Irán, podría también salvar a Libia, desgarrada por varias partes beligerantes y expuesta a la amenaza de Daesh, ha añadido Jorges.
El politólogo ha escrito que las tareas primordiales para Alemania y Occidente deben ser acabar con la guerra en Siria y frenar el flujo de migrantes.
El enfoque estadounidense en Siria —que incluía cooperar con los ‘islamistas moderados', poco predecibles y peligrosos en realidad— fracasó y llevó a la posterior crisis, según el autor.
"En Occidente crece la convicción de la necesidad de Rusia", ha afirmado Jorges.
Entre los gestos de acercamiento, el autor destaca la reciente reunión del Consejo Rusia-OTAN. Además, el referéndum holandés contra la asociación entre la UE y Ucrania demostró la necesidad de encontrar "una manera de vivir" entre Kiev y Moscú, según el analista.
El politólogo ha abogado también por un "arreglo de la nave europea antes de que Donald Trump asuma el poder en EEUU" que consiste en acabar con la carrera armamentística en el Este de Europa, acabar con las sanciones contra Rusia —al menos parcialmente— e invitar a Putin a la cumbre del G7, que podría volver a ser G8, ha concluido el autor.