De esta manera, durante los 180 días que durará su suspensión la líder del Partido de los Trabajadores podrá ejercer su derecho de residir en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia en Brasilia, así como disponer de los servicios del gabinete de Presidencia o de los vehículos de la Fuerzas Armadas para sus desplazamientos.
Por su parte, se espera que el vicepresidente Michel Temer, quien este mismo jueves asumirá la Presidencia interina, continuará residiendo en el Palacio Jaburu de Brasilia con privilegios muy similares a los que gozaba anteriormente pero que se verán ampliados en los momentos en los que ejerza como Jefe de Estado en sus visitas al exterior.
Como detalle curioso, varios fotógrafos lograron registrar en la jornada del miércoles la particular mudanza de Rousseff desde su despacho en el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia, hasta la residencia oficial a la que trasladó los cuadros, retratos y demás pertenencias con las que adornó el que fuera su espacio de trabajo los últimos cinco años.