"Hay que hacer todo lo posible para cambiar radicalmente las relaciones entre Rusia y EEUU para bien", dijo el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
"De ninguna manera se debe permitir una gran guerra, este fue el tema de nuestra conversación con el papa Francisco", afirmó.
El Patriarca también destacó que se reunió con el pontífice en un momento de agudización de la situación en Siria que, a su vez, puede provocar un choque entre los estados que "disponen de gran potencial destructivo".
Destacó que en los tiempos de la Guerra Fría los cristianos de la Unión Soviética y EEUU encontraban la forma de reunirse y trabajar juntos para un mejor futuro.
"Teníamos relaciones muy intensas con la comunidad cristiana de Estados Unidos, realizábamos intercambio de delegaciones, conferencias conjuntas", dijo.
El Patriarca lamentó que dos comunidades de distintas religiones no puedan cooperar en la actualidad.
Según él, la mayoría de la población de EEUU es cristiana, lo que se puede aprovechar para cambiar las relaciones bilaterales.
"Entonces el apoyo social, que llega desde abajo, de gente común, representantes de organizaciones religiosas, iglesias, causará un impacto positivo sobre los que definen la política exterior de nuestros países", concluyó.