"Estamos interesados en que este conflicto se arregle cuanto antes y estamos dispuestos, si es necesario, aplicar esfuerzos máximos para arreglarlo al igual que lo hacemos en el caso con Ucrania", dijo a la televisión nacional Belarus 1.
A la vez indicó que Bielorrusia no insiste en desempeñar un papel de mediador.
Makéi reveló que el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ya abordó este tema con los líderes de ambos países.
El canciller indicó que Bielorrusia solo puede expresar su punto de vista al respecto y no puede hacer que las partes actúen como quiera Minsk, porque al final son los dos Estados que deben tomar una decisión.
La crisis en las relaciones entre Ankará y Moscú estalló después de que cazas turcos derribasen a finales de noviembre un bombardero ruso que participaba en la operación antiterrorista rusa en Siria.
En represalia por la "puñalada por la espalda", en palabras del presidente ruso, Vladímir Putin, Rusia impuso al país otomano una serie de restricciones en ámbitos de economía, turismo, educación y comercio.
Asimismo, se vieron puestos en entredicho varios proyectos bilaterales, como el gasoducto Turk Stream.