"Somos dos Estados independientes, somos capaces de resolver nuestros problemas en el formato bilateral. Es el modo de proceder que prevén relaciones internacionales", afirmó.
Cuando Ankara se dio cuenta de que "es un tema sensible para Irak, hicimos lo que debíamos hacer, mediante contactos bilaterales entre nuestras autoridades intentamos resolver el problema", dijo.
Según el Gobierno de Irak, un batallón blindado del Ejército turco entró el pasado 4 de diciembre en la provincia iraquí de Nínive bajo el pretexto de entrenar a las milicias kurdas que combaten contra grupos terroristas. El Ministerio de Exteriores iraquí y el de Defensa calificaron la presencia del contingente turco como "acto hostil".
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró que se trata de una rutinaria rotación de tropas y prometió que Turquía no enviaría más fuerzas hasta que se estabilice la situación diplomática.
Para la Cancillería rusa, la presencia de tropas turcas en el territorio iraquí sin autorización de Bagdad es "inaceptable" y "aumenta la tensión en la región".