“Debe quedar claro que la gente que se acoja al mecanismo especial de paz y cumpla con las penas puede pasar a participar en política”, señaló Cristo en el Senado, luego de confirmar que una reforma constitucional para dar estatus legal a los acuerdos de paz, que está a estudio de los senadores, incluirá un artículo que establece que se permitirá a los excombatientes participar en política.
La iniciativa fue promovida por el senador del Partido Verde (centroizquierda) Antonio Navarro Wolf, quien militó como guerrillero en el ahora extinto M-19 (Movimiento 19 de Abril).
El esquema de justicia transicional prevé penas aliviadas o alternativas para los guerrilleros que se acojan al mecanismo, como labores sociales o comunitarias o permanencia en una granja agrícola, y excluye de eventuales amnistías a los crímenes de lesa humanidad.
“Podrán participar en política los integrantes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que renuncien a las armas después de la firma de un acuerdo, pero igualmente después de que ese acuerdo haya sido refrendado por los ciudadanos”, explicó Cristo, quien insistió en que prefiere ver a los miembros de ese grupo participando en política que continuando la guerra que iniciaron en 1964.
“Pensar en avanzar en un proceso de paz sin permitir la participación en política no tiene ningún sentido (…) es mejor una paz imperfecta que una guerra eterna”, recalcó.
El proyecto de reforma constitucional para la paz, que debe pasar por ocho debates en el pleno del Senado, será debatido por segunda vez el 27 de octubre pues el órgano legislativo decidió su aplazamiento hasta después de las elecciones regionales y locales del domingo 25.
El conflicto armado interno de Colombia tiene más de medio siglo.
El esquema de justicia transicional, firmado el 23 de septiembre por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y por el líder de las FARC, “Timochenko”, representó un paso histórico para alcanzar el acuerdo de paz, cuya firma está prevista para el 23 de marzo de 2016.
Grupos opositores de derecha, liderados por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, cuestionan el modo en que se han desarrollado las negociaciones desde noviembre de 2012.
