En una reciente reunión informal del Consejo de la UE en Luxemburgo, recordó Lavrov, "se constató inequívocamente que la crisis migratoria no se podrá solucionar sin combatir sus causas, es decir, sin poner una fuerte barrera en el camino del Estado Islámico que pretende someter la región al dictado medieval".
A la vez destacó que "la crisis ha llegado a tal nivel que se puede hablar de una destrucción del mapa político de la región".
Lavrov recordó que la solución de los conflictos en Oriente Próximo de manera aislada no tiene perspectivas.
"Hoy en día podemos afirmar que los intentos de ocuparse de los conflictos de manera aislada y sin considerar el contexto regional e histórico no tienen perspectivas", dijo.
Según el canciller, de ese manera se actuó en su tiempo contra Irak, Libia, Yemen, Líbano, Siria "cada vez convenciéndose de que al solucionar este problema todo se arreglaría".
"Se pretendía encontrar la solución en el derrocamiento de un régimen no deseable a todo precio sin pensar en las consecuencias y sin tener una estrategia universal o una visión a corto plazo para al menos uno o dos pasos a seguir", denunció.
El ministro ruso subrayó que después "la euforia que sintieron muchos durante la primavera árabe fue sustituida por el horror ante la rápida propagación del espacio del caos, la escalada de violencia y la sombra de guerras religiosas que ondea sobre la región".