El diplomático enfatizó que "tanto Jartum como Yuba consideran que Rusia es honesta en sus intenciones" y capaz de mediar en la resolución de las disputas.
"Moscú se merece el papel de mediador porque las autoridades rusas no tienen motivo oculto alguno a este respecto y buscan sinceramente contribuir a mejorar las relaciones y la estabilidad entre Sudán y Sudán del Sur", dijo.
Con anterioridad, los dos países "fueron víctimas de que los países que intervenían como mediadores persiguieran sus propios fines que eran contrarios a nuestra voluntad de poner en práctica la idea de la paz", destacó el diplomático.
En cambio, "gracias a Rusia tan solo nos bastaron cinco horas para llegar a un decisión común y acordar una hoja de ruta para implementar los acuerdos firmados en 2012", concluyó.
Moscú acogió este mes una reunión de los ministros de Exteriores de ambos países africanos en la que participó también el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, y que culminó con un acuerdo para impulsar el cumplimiento del pacto de paz de 2012.
El ministro ruso aseguró que Moscú continuará apoyando a los dos países en sus negociaciones.
En los cuatro años que transcurrieron tras la separación de Sudán del Sur de su vecino del norte, Jartum y Yuba no lograron ponerse de acuerdo sobre varios asuntos de importancia, como la demarcación de las fronteras y el referendo sobre el estatus de la disputada región de Abyei, rica en petróleo.