"No siempre estamos de acuerdo (Ahtisaari y Churkin), pero podemos hablar honestamente. Le expliqué lo que estábamos haciendo y él me dice: 'Martti, siéntate y te digo lo que podríamos hacer'", relató Ahtisaari al diario británico.
El diplomático ruso propuso un plan de tres partes: "Primero, no podemos entregar armas a la oposición. Segundo, debemos desde ya fomentar el diálogo entre Asad y la oposición. Tercero: debemos encontrar una salida elegante para Asad", según relató Ahtisaari.
El expresidente finlandés mantuvo negociaciones con enviados de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, además de Churkin, y explicó que EEUU, el Reino Unido y Francia estaban tan seguros en ese momento que el Gobierno sirio caería pronto, que consideraron que no valía la pena considerar la propuesta.
El diplomático finlandés dijo que informó de la propuesta rusa a las misiones estadounidense, británica y francesa de la ONU, pero al final "no pasó nada, porque creo que todos estaban convencidos de que Asad sería derrocado en cuestión de semanas, por lo que no era necesario hacer nada".
En ese momento, la cifra de muertos por el conflicto en Siria se estimaba en 7.500. Según los últimos datos de la ONU, esta cifra asciende hoy a los 220.000; además de la aparición del Estado Islámico y unos once millones de refugiados.
Desde marzo de 2011, Siria sufre un conflicto armado que ha costado la vida a más de 220.000 personas, según estimaciones de la ONU, o más de 330.000, según la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que vigila las hostilidades desde el Reino Unido.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a distintas facciones armadas, entre ellas los terroristas del Estado Islámico y del Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda.