Es una medida histórica, continuó, dentro de los esfuerzos que realizamos para normalizar las relaciones con el Gobierno y el pueblo de Cuba.
"He exhortado al Congreso a que elimine el embargo", informó Obama, justificando la medida en que "no se puede mantener rehén al pueblo de Cuba por lo que ocurrió en el pasado".
Para el presidente estadounidense, es tiempo de asumir "que este enfoque no funciona, ni ha funcionado durante 50 años".
"Somos vecinos, ahora podemos ser amigos", añadió.
Obama aclaró sin embargo que sigue habiendo discrepancias, por ejemplo, en cuanto al "acceso" a la información. "Hemos sido claros en que seguiremos teniendo algunas serias diferencias, que incluyen la libertad para acceder información, y no dudaremos en hablar claro cuando veamos acciones que contradigan esos valores", explicó.
Sin embargo, Obama explicó que Estados Unidos tiene "la convicción" de que la mejor forma de defender sus "valores" es "a través del acercamiento".
"Esto se trata de una opción entre el futuro y el pasado: tanto los estadounidenses como los cubanos están dispuestos a avanzar, y creo que es tiempo de que el Congreso haga lo mismo" levantando el embargo.
El presidente estadounidense subrayó el apoyo de líderes de toda América a este nuevo abordaje.
"Desde diciembre hemos visto un enorme entusiasmo por este nuevo enfoque. Líderes de todas las Américas han expresado su apoyo por nuestro cambio de política, como lo expresó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff" el martes, al visitarlo en la Casa Blanca.
Y en Estados Unidos Obama detectó un apoyo similar. "Los estadounidenses quieren viajar a Cuba, los empresarios estadounidenses quieren invertir en Cuba, ser socios de Cuba, y sobre todo, los estadounidenses quieren conocer a sus vecinos del sur", afirmó.
"Los cubanoestadounidenses están deseosos de reunir sus familias y abrir vías de comunicación", añadió.
Obama anunció además que el secretario de Estado, John Kerry, viajará a La Habana en las próximas semanas para reabrir la Embajada estadounidense en la isla caribeña.
"Más tarde este verano (boreal), el secretario Kerry viajará a La Habana para izar nuevamente en una ceremonia formal, solemne, la bandera estadounidense sobre nuestra embajada", dijo.
Kerry dijo desde Viena que "EEUU y Cuba siguen teniendo grandes diferencias relacionadas con democracia, derechos humanos y temas relacionados".
Sin embargo, "también hemos identificado áreas de cooperación, como aplicación de la ley, transporte, respuesta a las emergencias, protección ambiental, telecomunicaciones, y migraciones", añadió.
Kerry subrayó que su viaje será la primera visita de un secretario de Estado de su país a Cuba desde 1945, y que la embajada reanudará sus operaciones después de 54 años.
Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba se rompieron formalmente en 1961, por diferencias sobre la reforma agraria y la nacionalización de empresas tras la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Desde fines de los años 70, los vínculos se canalizan a través de respectivas oficinas de intereses en Washington y La Habana.
Obama y Raúl Castro anunciaron en diciembre pasado que Estados Unidos y Cuba restablecerían relaciones diplomáticas tras más de medio siglo.
A partir de allí ambos países continuaron mejorando sus vínculos. El 11 de abril pasado Obama y Raúl Castro se reunieron en Panamá durante la Cumbre de las Américas, en la primera reunión entre los gobernantes de Cuba y Estados Unidos desde la revolución de 1959.
Además, Estados Unidos retiró a fines de mayo pasado a Cuba de su lista de países que promueven el terrorismo.