"Este deshielo en las relaciones no significa necesariamente que los países latinoamericanos no mantengan relaciones comerciales con otros países", señala en declaraciones a Sputnik Nóvosti Laura Tedesco, investigadora asociada de la Fundación Fride y profesora en la Saint Louis University de Madrid.
Según la experta, "los cambios no serán inmediatos, por lo que la influencia de Rusia no debería verse afectada a corto plazo".
Este fin de semana se dio un paso más en el acercamiento entre Raúl Castro y Barack Obama en la cumbre de Panamá, un encuentro que no se producía desde hace más de medio siglo.
"Estamos dispuestos a hablar de todo, pero necesitamos ser pacientes, muy pacientes", aseguró el dirigente cubano.
La experta cree que hay una "clara voluntad de cambio y un acercamiento firme", aunque se muestra cauta en el proceso de negociaciones.
"Puede haber desacuerdos y retrocesos", señala a esta agencia.
Este acercamiento beneficia a ambos países, aunque con rentabilidades muy distintas, según Tedesco.
"Es probable que Cuba obtenga beneficios económicos, mientras que Estados Unidos obtendrá beneficios políticos en tanto y en cuanto su relación con los países latinoamericanos pueda mejorar gracias a esta nueva política hacia Cuba", explica la profesora.
Otro de los países más afectados por este deshielo puede ser Venezuela.
Sin embargo, puede haber otro escenario en el que la nueva relación entre Washington y La Habana ayude a mejorar las relaciones entre Caracas y la Casa Blanca.
"Raúl Castro puede tener la llave para ayudar a la distensión", concluye la experta.