"El escándalo en los medios occidentales se explica porque un país pequeño como Grecia se está rebelando contra el enfoque miope de la Unión Europea frente a Rusia; la UE se está volviendo cada vez más conservadora y el Gobierno de izquierdas de Syriza no está dispuesto a participar en esta destructiva nueva Guerra Fría", dijo Rapidis.
En los últimos siete años Grecia ha estado completamente al margen de la coyuntura internacional, sobre todo en las zonas de interés más próximo, explicó el analista.
Es por esto, continúa, que varios medios de comunicación y funcionarios de la UE ven con recelo que Grecia desarrolle su potencial geopolítico y establezca lazos con Rusia, sobre todo frente a las sanciones impuestas contra Moscú.
"Lo que Syriza está haciendo es simplemente poner en práctica una política exterior multilateral y restablecer el rol de Atenas en la región, con el objetivo de forjar lazos energéticos y comerciales con Rusia", aseveró Rapidis.
Este giro se explica en gran medida por el hecho de que la Unión Europea "simplemente carece de un plan de desarrollo para los países miembros más endeudados de la periferia", según el analista.
"La austeridad es lo que domina en la UE y Alemania es el único país que se está beneficiando con esta recesión", dijo y añadió que "el Gobierno de Syriza está al tanto de eso y pretende diversificar sus fuentes de ingreso, exportaciones, desarrollo y crecimiento; es así de simple".
Pero además, un acercamiento entre Atenas y Moscú podría ser beneficioso para la UE en su conjunto.
"Grecia puede jugar un rol de mediador entre el Kremlin y Bruselas con el fin de restaurar las relaciones y levantar las sanciones", explicó.
Señaló que "además existen planes para que Grecia se convierta en un centro de distribución energética con la construcción de un gasoducto propio que evite territorio turco y transporte gas ruso hacia la UE".
Esta movida de Atenas se enmarca un intento por diversificar al máximo las fuentes de inversión.
"Syriza está forjando relaciones con potencias regionales y globales para diversificar fuentes de ingresos y recursos", comentó el analista y añadió "ahora es Rusia, luego vendrán China, India, Irán, Israel, EEUU".
Esta visita de Tsipras, dijo Rapidis, "se alinea con esta prioridad", ya que mientras más numerosos sean los países con los que se establece relaciones, "mayores son las posibilidades de aumentar el flujo de ganancias", concluyó el experto.
La controvertida visita de Tsipras a Moscú ha sido blanco de numerosas criticas en la prensa occidental, con funcionarios que comentan que no se debe romper el frente antirruso de la UE y que con esto, Atenas arriesga deteriorar sus relaciones con Washington y su posición dentro de la Unión Europea.