Una explicación del acuerdo "está en la economía de Rusia, muy presionada por la baja de los precios del petróleo; porque Moscú haría mal en seguir gastando en armamentos, como la hecho en los últimos dos años, no es una política razonable", dijo a Sputnik Nóvosti, el responsable de la cátedra "La nueva Rusia", en una de las más distinguidas instituciones académicas mexicanas, fundada en 1940 por exiliados republicanos españoles.
En todo caso, "la principal novedad del cese al fuego es que el gobierno ruso estuvo dispuesto a reunirse con los jefes de Estado de Alemania, Francia y Ucrania, y que EEUU no ha participado, ni siquiera como observador, Washington ha sido dejado fuera de un asunto europeo", dijo el autor de 'México: Entre la globalización y la dependencia'.
El analista descarta las versiones de que el conflicto en Ucrania ha desatado una nueva edición de la bipolar Guerra Fría de la segunda mitad del siglo XX: "No estamos ante la activación de una nueva Guerra Fría, simplemente Rusia reclama lo que siempre le ha pertenecido, (…) porque no se puede entender Rusia sin Ucrania", dijo el experto, consultado vía telefónica.
El anuncio del acuerdo en la cumbre de Minsk "es positivo para todas las partes involucradas, tal vez el más interesado sea el gobierno ruso, porque en este momento sus relaciones con el resto de la Unión Europea y EEUU no están en su mejor momento", dijo en entrevista el investigador en política internacional.
En segundo lugar, "si el cese al fuego es efectivo, todas las partes se beneficiarán de la aplicación del acuerdo: Rusia, Ucrania los gobiernos de Francia y Alemania", prosiguió el profesor de la cátedra "Países de Europa del Este: el campo político".
Es notable que "no estuvieron presentes los rebeldes ucranianos; no hay evidencias de la presión de los rusos sobre las provincias orientales alzadas de Ucrania, pero es deseable que el gobierno ruso esté interviniendo de manera constructiva para que el armisticio sea así", dijo el encargado de la cátedra sobre la Rusia contemporánea.
"Moscú declara que no interviene, que no tiene vínculos con los líderes de las provincias rebeldes; pero existe una duda razonable y es muy difundida la versión de que Rusia ha suministrado equipos" a los rebeldes, dijo el experto graduado por la Universidad de Londres.
Finalmente, se debe considerar la actual dependencia de las reservas internacionales de Moscú de su producción y venta de hidrocarburos, que "sigue siendo muy elevada, aunque ha avanzado la industrialización, sigue siendo una economía muy intervenida por el gobierno, incluso los chinos (con un modelo en transición del socialismo estatista a una economía abierta) tendrían consejos que darle a los líderes rusos".
La negociación entre los cuatro países logró un cese del fuego a partir del domingo 15 de febrero, la retirada de armas pesadas y combatientes extranjeros de la zona de conflicto, el canje de prisioneros como medida humanitaria y una zona de seguridad.