Uno de los objetivos del cese del fuego temporal por parte de las fuerzas leales al presidente de Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi, fue también la creación de corredores de seguridad para la salida de civiles de Al Hudayda, ocupada por los rebeldes hutíes.
EEUU instó este mes de noviembre a las partes yemeníes en conflicto a cesar las operaciones de combate en el transcurso de 30 días, también organizaciones humanitarias como el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Organización Mundial de la Salud hicieron llamamientos para parar los combates en Al Hudayda.
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A pesar de estos llamamientos, la semana pasada, con el apoyo de la coalición, el Ejército yemení lanzó una nueva operación en esta ciudad.
La ONU informó en septiembre pasado que centenares de miles de persones se encuentran en una situación crítica en esa ciudad, que solo empeora.
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El violento conflicto que vive Yemen desde 2014 se recrudeció a principios de diciembre pasado, cuando los rebeldes hutíes acusaron de traición a sus aliados en la lucha contra el Gobierno, apoyado por una coalición liderada por Arabia Saudí, y mataron al expresidente Alí Abdalá Saleh, quien había instado a luchar contra los insurgentes.
