Si la Fuerza Aérea de EEUU se atreve a aprender más sobre el funcionamiento de los S-300 en condiciones reales, es difícil encontrar un mejor candidato para el papel de explorador que el F-22. Este avión fue creado especialmente para suprimir y destruir los sistemas de defensa antiaérea de alta tecnología. Pero esto no significa que esté completamente a salvo, observa Andréi Kots, columnista de Sputnik.
¿Podrán los S-300 rusos detectar aviones furtivos de EEUU en Siria? https://t.co/4hJ4c3SxaF
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 4, 2018
Queda bonito solo en el papel
"El concepto estadounidense de usar los Raptors contra el sistema de defensa aérea es el siguiente: uno o varios F-22 entran en la zona de alcance de los radares sin que los detecten, ponen en marcha sus propios sistemas de supresión electrónica y comienzan a bloquear los medios de detección del enemigo", explicó a Sputnik el profesor en la Academia de ciencias militares Serguéi Sudakov.
"Paralelamente, se realizan ataques contra los radares, lanzadores, puestos de mando. Tras el avance, llegan los bombarderos y completan el ataque. El sistema de defensa paralizado ya no podría resistirlos. Pero este tipo de operaciones queda bonito solo en el papel", aseguró el analista.
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Guerra de palabras
Lo único que puede hacer el Raptor con total seguridad es determinar el alcance aproximado de los sistemas de defensa antiaérea. Pero son capaces de cambiar rápidamente de posición. En general, los expertos opinan que no existen aviones absolutamente invisibles.
"La baja detectabilidad del F-22 es un hecho", comentó a Sputnik el experto militar Mijaíl Jodariónok. "Pero decir que este avión es invisible para el radar del S-300 es una gran exageración. (…) Todas estas conversaciones no son nada más que expresiones. Ahora hay una guerra de palabras y declaraciones".
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Según el experto, el nivel de preparación de los militares sirios aún no es suficiente para manejar este tipo de sistemas. Por lo tanto, es imposible construir en poco tiempo un sistema de defensa eficiente en todo el país, como lo es la base aérea de Hmeymim.
La falta de experiencia de los sirios puede afectar negativamente las capacidades de combate del sistema ruso y, como resultado, dar una oportunidad a los medios occidentales para promover mitos sobre su baja eficiencia. Lo que podría afectar seriamente la reputación de Rusia como exportador de armas.
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Riesgos reputacionales
Los estadounidenses ya han intentado comprobar la fuerza de la defensa antiaérea de Siria en varias ocasiones. Según The Drive, la coalición usó activamente los F-22 al principio de la operación aérea. Los aviones sondearon la cobertura de los radares de los sistemas de defensa antiaérea para ver si representaba una amenaza para los modernos aviones de fabricación occidental.
"Es una guerra de palabras, amenazas e insinuaciones terribles. Es una simple tapadera detrás del deseo de Washington de mostrar su superioridad sobre Rusia en vísperas de las elecciones intermedias del 6 de noviembre", dijo Serguéi Sudakov.
De todas maneras, el Pentágono pensará diez veces antes de enviar sus mejores aviones contra los sistemas de misiles antiaéreos del nivel de S-300, concluye el autor.
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