"Los líderes de los dos países debatirán el problema sirio", señaló el Kremlin en un comunicado.
Agregó que Putin y Erdogan también proyectan hacer un repaso de las relaciones ruso-turcas.
El 14 de septiembre, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, adelantó que la próxima cumbre de Sochi se centraría en la situación de la gobernación siria de Idlib, el último gran bastión de los terroristas en el país y de las facciones de la oposición armada.
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La cita de Sochi es la segunda reunión de los dos presidentes en este mes.
Rusia, Turquía e Irán son países garantes del proceso de paz de Astaná, que busca lograr una solución negociada al conflicto armado que desangra a Siria desde marzo de 2011.
El Gobierno sirio declaró en julio pasado que se reservaba el derecho de usar la fuerza militar para recuperar Idlib si la oposición armada rechazaba la reconciliación.
Desde Rusia advirtieron en reiteradas ocasiones que los terroristas que operan en Idlib estaban planificando realizar montajes de ataques químicos para atribuírselos al Gobierno sirio.
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En la escenificación también estaría implicada la controvertida ONG Cascos Blancos, financiada por Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Dinamarca y Países Bajos, aunque este última nación anunció que le suspenderá su apoyo desde principios de 2019 ya que "no da los resultados esperados".