"Nuestro principio de política exterior radica en apoyar los esfuerzos políticos, por ello nosotros, claro está, participamos en Siria en el marco de los pequeños formatos (…), pero la simple suposición de que podamos ignorar que en algún lugar se utilizan armas químicas y se viola la convención internacional, no es una respuesta", señaló.
"Pero decir desde el principio 'no', que no importa lo que sucede en el mundo, no puede ser la posición alemana", concluyó.
El tema del uso de las armas químicas ha acompañado prácticamente todo el conflicto sirio y no dejó de ser argumento de discusiones pese a que el Gobierno destruyó todas las armas químicas, lo que fue confirmado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en 2016.
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Los ataques de falsa bandera con armas químicas se han repetido en la nación árabe con el fin de incriminar al Gobierno de Bashar Asad.
El departamento castrense informó tener a su disposición "informes irrefutables" de que el 7 de septiembre en la ciudad de Idlib tuvo lugar una reunión de terroristas del grupo Frente al Nusra (prohibido en Rusia), que contó con la participación de la polémica ONG Cascos Blancos.
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Un día antes el Ministerio de Defensa informó que equipos de televisiones de Oriente Medio y EEUU habían llegado a Idlib para grabar ataques químicos montados.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso calificó la labor de los Cascos Blancos como un elemento de la guerra informativa contra las autoridades de Siria, y el Ministerio de Defensa considera además que ese organismo está implicado en la escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y en Duma en 2018.