En total, 80 de los 290 diputados de la Asamblea Consultiva Islámica (Parlamento) ejercieron su derecho constitucional de solicitar que Rohaní explicara las razones de la caída del rial iraní, el contrabando, la crisis económica y el aumento del desempleo en el país. Otro problema es el acceso limitado de los bancos iraníes a los servicios financieros internacionales pese al levantamiento parcial de las sanciones como resultado del cese de los ensayos nucleares por parte de Teherán.
EEUU tiene previsto suspender todas las operaciones financieras con el rial y la deuda iraní, además del comercio de oro, aluminio y acero para el 6 de agosto, algo que llevó al desplome de la moneda iraní. Asimismo, prevé volver a imponer sanciones a la industria petrolera de Irán para el 4 de noviembre. Los planes de Washington llevaron a que algunas de las empresas más importantes del mundo, como Boeing, hayan comenzado a abandonar el mercado iraní.
Pese a que el presidente Rohaní está dispuesto a prevenir la crisis —en particular, el 25 de julio, despidió al presidente del Banco Central de Irán, Valiollah Seif—, los parlamentarios exigen más reformas al líder persa.
En cuanto al pueblo iraní, tampoco está satisfecho con la situación económica en el país. Desde principios de año, miles de personas han salido a las calles de las ciudades más grandes de Irán para exigir la dimisión de Rohaní y protestar contra las actividades de Teherán en Siria y el Líbano.
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Según coinciden los analistas, las manifestaciones podrían llevar a un "cambio incruento" de régimen. Así, el politólogo Vladímir Sazhin, del Centro de Estudios de los Países de Oriente Medio, opina que Rohaní se verá obligado a dimitir o "aplicar una política que beneficie a los radicales". El experto subrayó en una entrevista con el periódico ruso Kommersant que los sectores radicales "adoptan la postura anti-EEUU", de modo que los ayatolás iraníes mantendrán el poder incluso en el caso de un golpe de Estado.
A su vez, un politólogo iraní, que prefirió permanecer en el anonimato, declaró a Kommersant que, actualmente, "nadie sabe si el presidente, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica o las autoridades religiosas del país tienen un plan para superar la crisis". Al mismo tiempo, no excluyó que los conservadores continúen la presión a Rohaní. De este modo, el líder persa tendrá que responder por el fracaso del 'acuerdo nuclear', algo que llevó a la crisis económica en el país.
