En la queja enviada a Ginebra, donde está la sede de la Unión Interparlamentaria, se denuncian las "limitaciones persistentes de las libertades democráticas y de los derechos en el país", así como la "persecución política" que sufren los diputados árabes y la comunidad árabe de Israel en general.
El diputado Yusef Yabarín, en nombre de la LAU, difundió este 1 de agosto una declaración advirtiendo de las "graves dimensiones de la Ley de la Nacionalidad", que en su opinión viola los principios democráticos y "permite el ejercicio del apartheid".
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Yabarín protesta por la "discriminación racial de los ciudadanos del estado", por el "tratamiento de los ciudadanos [árabes] como si fueran extranjeros en su propia patria", y "por el daño que se le ha hecho al estatus de la lengua árabe".
El parlamentario denuncia también que la minoría árabe no está siendo protegida por las instituciones del estado, y que Israel no cumple con sus obligaciones internacionales en ese sentido.
En la queja se pide a la Unión Interparlamentaria de Ginebra que "adopte medidas punitivas contra funcionarios israelíes" que han participado en la aprobación de las leyes consideradas racistas.
