"Como presidente de la República, juro por mi honor y conciencia ante la Gran Asamblea Nacional de Turquía [parlamento] y ante la historia, proteger la existencia y la independencia del Estado, la integridad del país y de la nación, la soberanía incondicional de la nación, respetar la Constitución y las normas legales, estar comprometido con la democracia y los principios de la República laica", dijo Erdogan al pronunciar el juramento.
La delegación rusa está encabezada por el primer ministro, Dmitri Medvédev.
Recep Tayyip Erdogan declaró que con su toma de posesión y la transición al sistema presidencialista de gobierno, se inicia una nueva etapa de la historia del país.
Prometió que "una Turquía fuerte será gobernada por un Gobierno fuerte y un Parlamento fuerte".
El 24 de junio, Erdogan, del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), revalidó su cargo con más del 52% de los votos, mientras que Muharrem Ince, del Partido Republicano del Pueblo (CHP), sumó poco más del 30% de los apoyos.
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Las presidenciales fueron disputadas por un total de seis candidatos: el actual presidente Erdogan; su principal rival Ince; Selahattin Demirtas, del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP); Meral Aksener, del Buen Partido (IYI); Temel Karamollaoglu, del Partido de la Felicidad (Saadet); y Dogu Perincek, del Partido Patriótico (Vatan).
AKP, la formación de Erdogan, consiguió más del 42% de los votos, seguido del CHP (un 23%) y el prokurdo HDP (un 12%).
Con el triunfo en los comicios, Erdogan será el primer mandatario de una Turquía presidencialista, ya que las elecciones activaron el nuevo sistema de gobierno, aprobado en el referéndum constitucional de abril de 2017.
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La reforma otorga amplios poderes al jefe de Estado, entre ellos gobernar por decretos, así como nombrar y cesar al vicepresidente y a los ministros.
Además aumenta el número de los escaños en el Parlamento de 550 a 600 y reduce de 25 a 18 años la edad mínima para postularse a la asamblea legislativa.