"En los enfrentamientos en las fronteras occidentales murieron cuatro palestinos, 618 resultaron heridos, entre ellos ocho con heridas graves", dijo el interlocutor.
En la movilización participan unos 10.000 palestinos, según sus organizadores, el Comité de la Gran Marcha del Retorno, en el que están representadas diversas facciones palestinas.
Israel sostiene que sus acciones son defensivas, pese a las críticas internacionales por la desproporción de su respuesta.
Las relaciones entre Israel y Palestina entraron en una nueva crisis tras el reconocimiento en diciembre pasado de la ciudad de Jerusalén como capital de Israel por el presidente de EEUU, Donald Trump.
La decisión de Trump fue condenada por la mayoría de los países musulmanes y generó críticas de otros Estados e instituciones internacionales que consideran menos viable ahora cualquier perspectiva de paz en Oriente Medio.
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Israel considera que Jerusalén, incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos, es su capital "única e indivisible".