"Un disparate", afirmó Lavrov sobre la insinuación que hizo el Departamento de Estado de EEUU.
Según Lavrov, "especialistas pueden confirmar que es imposible eliminar los rastros de un ataque químico en una zona de edificaciones destruidas, dado que las sustancias penetran hondo en el suelo y en las paredes".
El jefe de la diplomacia rusa reafirmó el supuesto ataque con armas químicas en Duma es "una provocación sucia de los que no quieren la paz en Siria", e insistió en que expertos de la OPAQ concluyan su misión de investigación.
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Los países occidentales, basándose en las denuncias de grupos de la oposición armada de Siria y ONG relacionadas, acusan a Damasco de haber arrojado el 7 de abril un barril con cloro sobre la ciudad siria de Duma, en Guta Oriental.
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A solicitud de Damasco y Moscú —que calificaron el presunto ataque químico de montaje— la Secretaría Técnica de la OPAQ decidió enviar un grupo de expertos para realizar una pesquisa in situ.
