"Eso sería muy útil, y, por supuesto, nosotros apoyaríamos esa iniciativa (…) nuestros colegas occidentales recurren con frecuencia a esos testimonios desde el 'lugar de los hechos' que incluyen en la agenda del Consejo de Seguridad (…) cuando existen testigos de algún suceso que se discute", dijo el ministro de Exteriores ruso.
Lavrov insistió que en situaciones semejantes a la que tuvo lugar en la ciudad siria de Duma, los testigos de los hechos deben tener la posibilidad de dirigirse directamente a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
Omar Diab, padre de uno de los niños que aparece en el vídeo de la ONG Cascos Blancos sobre el presunto ataque químico en la ciudad siria de Duma, denunció poco antes a los periodistas rusos que nadie había usado armas tóxicas en esa localidad y afirmó que está dispuesto a testificar ante cualquier organización internacional para demostrarlo.
La ONG siria Cascos Blancos acusó a las tropas gubernamentales de haber arrojado desde un helicóptero un barril con un agente tóxico sobre Duma, en Guta Oriental, que supuestamente dejó decenas de muertos y centenares de intoxicados el 7 de abril.
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Los Cascos Blancos se definen como una ONG políticamente neutral y no beligerante, dedicada a la protección de civiles en Siria, aunque junto con los vídeos en que rescatan a niños de las ruinas, también circulan en la web imágenes en las que se les ve manipulando las filmaciones, maquillando a las víctimas y dictándoles lo que deben declarar ante las cámaras.
Rusia, por su parte, calificó de "montaje" el supuesto empleo de agentes tóxicos en Duma e insistió en que los expertos de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) lleven a cabo una investigación sobre el terreno.
Sin esperar los resultados de la investigación, EEUU, Francia y el Reino Unido lanzaron en la madrugada del 14 de abril más de un centenar de misiles contra Siria.
Según los aliados, fue un ataque puntual dirigido contra tres instalaciones del supuesto programa clandestino sirio de armas químicas: dos al oeste de Homs y una en la zona de Damasco.
Rusia condenó en términos enérgicos el ataque al calificarlo de una agresión contra un Estado soberano que está en la primera línea de la lucha contra el terrorismo.