Según declaró al medio una fuente gubernamental estadounidense que prefirió mantenerse en el anonimato, entre los posibles blancos de EEUU figuran dos aeródromos militares, un centro de investigaciones y un supuesto centro de producción de armas químicas. No obstante, la fuente se negó a revelar los detalles de la ubicación de los objetivos.
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El medio también indicó que las Fuerzas Armadas de Siria están llevando a cabo un reposicionamiento de las aeronaves y sistemas antimisiles hacia las bases militares controladas por Rusia —en particular, el aeródromo de Hmeymim—, ya que los altos mandos militares sirios consideran que EEUU no va a atacar los objetivos rusos.
"El Ejército sirio ha reposicionado una cantidad significativa de sus aviones y sistemas aéreos a bases controladas por Rusia, con la esperanza de que Washington sea renuente a atacar esas bases", explicó la fuente.
El 9 de abril, el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró en su cuenta de Twitter que respondería en 48 horas al supuesto ataque químico que, de acuerdo con la información todavía no confirmada por la OPAQ, tuvo lugar el 7 del mismo mes en la ciudad siria de Duma, a las afueras de Damasco. Posteriormente, el líder norteamericano matizó sus palabras: "Nunca dije cuándo tendrá lugar un ataque contra Siria, podría ser pronto o para nada pronto".
Moscú y Damasco califican de "montaje" las imágenes divulgadas por la ONG Defensa Civil Siria —conocida como Cascos Blancos— y los medios 'mainstream'.
Así, según declaró el Ministerio de Exteriores de Rusia, estas denuncias son falsas y solo buscan "justificar una intervención militar estadounidense en Siria". Por su parte, la Cancillería siria calificó de "aburridas" y "poco convincentes" las acusaciones de Washington.
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