La decisión de este 3 de abril, adoptada menos de 24 horas después de la decisión del 2 de abril, llega a causa de las críticas que Netanyahu recibió de políticos israelíes de la coalición de Gobierno y de las quejas de la población israelí de los suburbios del sur de Tel Aviv, donde viven más refugiados africanos.
"Cada año tomo miles de decisiones que benefician al estado de Israel y a los ciudadanos de Israel. De tanto en tanto se adopta una decisión que necesita reconsiderarse", dijo el primer ministro al recibir a una delegación de israelíes del sur de Tel Aviv.
Netanyahu dijo que trabajará "para sacar a los infiltrados" de Israel. En Israel el Gobierno llama "infiltrados" a los refugiados que han entrado ilegalmente en el país.
Netanyahu fue muy criticado desde el 2 de abril por políticos como Naftalí Bennett, que es el ministro de Educación y líder del partido La Casa Judía.
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En medios políticos gubernamentales se comentó que el acuerdo logrado con la agencia de la ONU para los refugiados permitía que miles de ellos continuaran viviendo en Israel, algo que es inaceptable para muchos israelíes que ven Israel como un Estado judío.
También preveía que una cantidad similar de refugiados africanos se quedaran en Israel en una situación normalizada que incluiría el permiso de trabajo y su distribución por todo el país con el fin de acabar con la concentración que hay en el sur de Tel Aviv.
