"Trataremos de trabajar con los talibanes para empujarlos a las negociaciones", aseguró.
Recordó que la conferencia en Taskent llamó a todas las partes a presionar a los talibanes para que mantengan las consultas.
"Inicialmente los contactos se establecieron hace varios años cuando nos preocupaba seriamente la posibilidad de amenazas terroristas a instituciones y ciudadanos rusos en el exterior, era importante para nosotros aclarar los planes de los líderes talibanes hacia nuestro pueblo, recibimos garantías de que no tenían intenciones hostiles hacia ciudadanos y instituciones rusas", dijo Kabúlov en una rueda de prensa en la agencia Rossiya Segodnya.
Agregó que los líderes del Talibán declararon que su principal enemigo son los Estados Unidos.
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Al mismo tiempo, en su opinión, es temprano hablar sobre la fecha de la nueva reunión de la plataforma de Moscú sobre la resolución de la situación en Afganistán.
Kabúlov subrayó que Moscú esta dispuesto a excluir a los talibanes de la lista de sanciones, incluido en el Consejo de Seguridad de la ONU, en cuanto empiecen a dialogar con las autoridades de Kabul.
"No estamos en contra de la exclusión de los talibanes de la lista (de sancionados) cuando anuncien su disposición a mantener negociaciones directas con el Gobierno afgano, sino cuando empiecen las consultas reales", constató.
Asimismo, Kabúlov declaró que Rusia cree que los intentos de EEUU de arrinconar a Pakistán impiden resolver la situación en Afganistán.
"Creemos que los intentos de aislar, intimidar y arrinconar a Pakistán son contraproducentes no solo para las relaciones entre EEUU y Pakistán, sino también para el arreglo afgano", dijo en una rueda de prensa.
Pakistán tiene bastante influencia y recursos que se pueden utilizar y "es capaz de destruir cualquier paz frágil en Afganistán si lo obligan a hacerlo", añadió.
El 27 de marzo la capital uzbeka acogió el foro internacional sobre la seguridad en Afganistán.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanzan el movimiento radical Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otras naciones) pese a la fuerte presencia militar de Estados Unidos y otros países de su órbita.
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Según datos de la ONU, las hostilidades dejaron el año pasado casi 4.000 civiles muertos.
