"No sé quién le autorizó a la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, a declarar que EEUU estará preparado a bombardear Damasco e incluso el palacio presidencial de Bashar Asad, se encuentren o no se encuentren allí los representantes rusos, pero es una declaración absolutamente irresponsable", dijo el jefe de la diplomacia rusa al equipo de radio y televisión de la presidencia kazaja.
Esta semana la embajadora de EEUU ante la ONU declaró la disposición de Washington para realizar nuevas acciones contra Siria "si es necesario", refiriéndose al ataque aéreo de EEUU contra la base aérea siria de Shairat.
En la madrugada del 7 de abril de 2017, EEUU disparó 59 misiles de crucero Tomahawk desde dos buques de guerra emplazados en el Mediterráneo contra la base de Shairat, en represalia por el incidente de Jan Sheijun donde el uso de una sustancia tóxica había causado tres días antes más de 80 muertos y medio millar de intoxicados, según la Organización Mundial de la Salud.
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La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) confirmó a finales de junio que en Jan Sheijun se había utilizado el sarín, un agente nervioso.
El Gobierno sirio subrayó que nunca había empleado sustancias tóxicas contra nadie y que sus arsenales químicos habían sido retirado del territorio nacional y eliminados en 2016 bajo la supervisión de la OPAQ.
El presidente sirio, Bashar Asad, negó que se hubiese producido un ataque químico en Jan Sheijun y calificó el caso de una provocación para justificar el bombardeo de EEUU a una base aérea crucial en la lucha contra el terrorismo.
Por su parte, Rusia supuso que la tragedia de Jan Sheijun fue un montaje o resultado de un bombardeo de la aviación siria a arsenales donde los terroristas guardaban armas químicas.