El 26 de febrero, el portavoz del Pentágono, Adrian Rankine-Galloway, comunicó que Estados Unidos y Turquía llevan a cabo negociaciones para lograr la desescalada de la tensión en Afrín.
"Las declaraciones de que, según dijo el portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Turquía y Estados Unidos estudian opciones para reducir la escalada de la tensión en Afrín, no se corresponden con la realidad", dijo Aksoy en un comunicado.
Recalcó que "Turquía no realiza ningún proceso diplomático negociador con EEUU sobre Afrín".
"Desde el inicio de la operación Rama de Olivo fueron neutralizados 2.083 miembros de las organizaciones terroristas PYD, YPG y Daesh [autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países]", dice el comunicado del ente.
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Previamente, el Estado Mayor turco comunicó que desde el inicio de la operación 33 militares turcos murieron y cerca de 150 resultaron heridos.
La operación va dirigida contra grupos yihadistas y las Unidades de Protección Popular (YPG), brazo armado del Partido kurdo-sirio de la Unión Democrática (PYD).
Para Turquía, las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en el país por considerarse una organización terrorista.
Damasco condenó la operación turca en Afrín y subrayó que esa región es parte inalienable del territorio sirio.