En la reunión de los ministros de Exteriores de los Estados miembros de la Liga Árabe, llevada a cabo el 10 de diciembre, el representante del Líbano, Yebran Basil, llamó a implementar sanciones contra Estados Unidos, tras la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump, acerca de Jerusalén.
"Deben tomarse medidas preventivas contra tal decisión… comenzando con medidas diplomáticas, luego sanciones políticas, económicas y financieras", enfatizó Basil.
En entrevista con el medio Vzglyad, Dmitri Abzálov, presidente del Centro de Comunicaciones Estratégicas de Rusia, afirmó que el solo hecho de que se esté discutiendo una toma de medidas ya es "una mala noticia para Washington". Sin embargo, consideró que tales decisiones serán principalmente diplomáticas o políticas.
De manera general, Estados Unidos ahora tendrá más dificultades en entablar diálogos con los Estados árabes, ya que ellos tratarán de usar la situación actual para fortalecer sus posiciones en las negociaciones con Washington, teorizó Abzálov.
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Además, los países árabes teóricamente pueden dificultar el funcionamiento de las bases militares estadounidenses en Oriente Medio, aumentando los costes y restringiendo las actividades de los militares norteamericanos en los territorios de estas naciones, señaló Abzálov.
En la esfera económica, la insatisfacción generada por las acciones de Washington podría llevar a un fortalecimiento de las posiciones de Beijing y Moscú y a una expansión de la representación de sus compañías en la región.
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Los países árabes podrían llegar a rechazar el suministro de diversos productos estadounidenses o restringir una serie de proyectos de cooperación con el país norteamericano. Según el experto, la cooperación en el sector armamentista y en la esfera energética también podría terminar afectados.
"Podrían hipotéticamente limitar las operaciones en dólares y vender petróleo, digamos, en dinares o en yuanes", consideró Abzálov.
Sin embargo, pese a la reunión extraordinaria de la Liga Árabe, la mayoría de los países de la organización no apoyó la iniciativa libanesa y el comunicado final de la reunión ministerial de la Liga no dice ni una palabra sobre cualquier tipo de sanción contra Estados Unidos.
Fiodor Lukiánov, politólogo y jefe del Consejo de Política Exterior y de Defensa de Rusia, consideró que estos países son demasiado dependientes de Estados Unidos como para introducir medidas reales contra el país norteamericano.
"Ellos dependen de Estados Unidos más que EEUU de ellos", subrayó el politólogo.
Trump anunció el 6 de diciembre que su Administración reconocía a Jerusalén como capital del Estado de Israel y ordenó al Departamento de Estado que iniciara el proceso para trasladar la embajada de Tel Aviv a esa ciudad.
Israel considera que Jerusalén, incluidos los barrios orientales que reclaman los palestinos, es su capital "única e indivisible".
Por el momento, todas las embajadas extranjeras se encuentran en Tel Aviv para evitar tomar parte en la disputa entre israelíes y palestinos.
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