Se señala que en total desde el inicio de las operaciones del desminado por el Centro Internacional Antiminas de las Fuerzas Armadas de Rusia en Siria fueron examinadas más de 671 hectáreas de territorio, lo que permite comenzar las labores de reconstitución de viviendas e infraestructuras.
Rusia se implicó en el conflicto de Siria a petición de su presidente, Bashar Asad, lanzando a finales de septiembre de 2015 una operación aérea para frenar el avance de los yihadistas y sigue realizando vuelos de combate para destruir objetivos yihadistas.
Además, Rusia envía regularmente a sus zapadores del Centro Internacional Antiminas a desactivar explosivos en distintas ciudades sirias, entre ellas Alepo, Palmira y Deir Ezzor.
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En el último año, Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas junto con Turquía e Irán para establecer un alto el fuego en Siria, organizar en Astaná varias rondas de negociaciones internacionales para consolidar el armisticio y crear las llamadas zonas de distensión en Siria.
