"Es un momento oportuno e importante para discutir las perspectivas de la transición de las zonas de distensión a un arreglo político más estable en Siria", dijo De Misura tras una reunión con Shoigú celebrada en Moscú.
Las hostilidades, según datos de altos cargos de la ONU, han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos.
En el último año, Rusia realizó intensas gestiones diplomáticas junto con Turquía e Irán para establecer un alto el fuego en Siria, al organizar en la capital de Kazajistán varias rondas de negociaciones internacionales para consolidar el armisticio, donde se propuso crear las llamadas zonas de distensión en el país árabe.
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Durante la última ronda de negociaciones en Astaná, a mediados de septiembre pasado, se definieron los detalles de la cuarta zona de distensión en Siria, que abarca una parte de las provincias de Latakia, Alepo y Hama.
Las otras tres zonas de distensión se habían establecido en el suroeste de Siria (Al Quneitra, Suwaida y Deraa), en un suburbio de Damasco (en Guta Oriental) y en el norte de la gobernación de Homs.
