En una reunión con los embajadores de la UE, la ONU y la Liga Árabe el líder libanés, citado por la agencia nacional NNA, exigió que las organizaciones internacionales que ayudan a los refugiados "no intimiden a los desplazados impidiendo su retorno al país de origen, si estos quieren regresar por voluntad propia".
Aoun urgió a la comunidad internacional a tomar medidas antes de que la situación de los refugiados escape definitivamente de control.
Además, el presidente libanés explicó que el flujo incesante de refugiados de Siria tiene un impacto muy negativo en los procesos políticos y económicos de su país y provoca el aumento del desempleo entre los trabajadores libaneses.
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Los refugiados sirios en el Líbano representan una cuarta parte de la población actual del país, alcanzando más de 1,5 millones de personas.
Al intervenir en las plataformas internacionales, el Gobierno libanés ha pedido varias veces ayuda a la comunidad internacional para evitar que la situación se convierta en un desastre.