La crisis diplomática entre los dos países se desató tras el arresto de Metin Topuz, un empleado turco del Consulado estadounidense en Estambul a quien se imputan los delitos de espionaje y atentado contra el orden constitucional.
"Esperamos que EEUU reconsidere su decisión de suspender la expedición de visados", dijo el ministro a la cadena A Haber.
Previamente se informó que el ministro consejero de la Embajada de EEUU en Ankara, Philip Kosnett, fue convocado al Ministerio de Exteriores turco.
La citación se produjo poco después de que Ankara, en una respuesta simétrica a Washington, suspendiera la expedición de visados de no inmigrante a ciudadanos estadounidenses.
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Según las autoridades turcas, Gulen es el cerebro de la intentona golpista que se saldó con unos 240 muertos —sin contar a los amotinados— y casi 2.200 heridos en julio de 2016.
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Tras la asonada, Ankara lanzó una campaña de purgas entre los simpatizantes de Gulen.
Decenas de miles de militares, policías, jueces, funcionarios y profesores fueron suspendidos, detenidos o están siendo investigados por presuntos vínculos con el movimiento Gulenista.
