Según el diario israelí Haaretz, la decisión es fruto de un complicado juego diplomático entre los embajadores de Jordania e Israel ante la Unesco y el director del Comité Ejecutivo de la organización, Michael Worbs.
Fuentes del Ministerio de Exteriores israelíes han confirmado además a Haaretz que paralelamente la diplomacia israelí trabaja para que el grupo de países que votarían contra estas resoluciones aumente.
Según estas fuentes, el hecho de que cada vez haya más países que votan contra estas resoluciones consideradas anti israelíes hace que los países árabes renuncien a presentar nuevas propuestas. "No quieren verse humillados en público", dijeron.
En los últimos meses, el Comité Ejecutivo de la Unesco aprobó una resolución sobre la preservación del patrimonio religioso y cultural de Jerusalén Este. El texto indignó a Israel porque consideró que se negaba la relación del judaísmo con el llamado Monte del Templo, un lugar sagrado para el judaísmo donde ahora se sitúa la Explanada de las Mezquitas, lugar de culto musulmán.
Además, la Unesco también aprobó otra resolución que considera la tumba de los Patriarcas, situada en el corazón de la ciudad palestina de Hebrón (Cisjordania) patrimonio de la humanidad en peligro y patrimonio palestino.
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Para Israel, esta resolución significó "negar la historia", ya que según sus dirigentes en dicho lugar de Hebrón hay enterrados varios profetas únicamente venerados por los judíos.
Como respuesta, Israel decidió congelar su cooperación financiera con la Unesco.