"Durante las pasadas dos semanas hemos visto un fuerte y preocupante aumento de las operaciones militares relacionadas con altos números de víctimas entre los civiles", dijo la jefa de la delegación de la Cruz Roja en Siria, Marianne Gasser, citada en un comunicado del CIRC.
"En el conjunto, se trata de los peores niveles de violencia desde la batalla por Alepo en 2016", subraya la nota.
El texto apunta que "en los últimos diez días se informó de hasta diez hospitales dañados, lo que cortó el acceso a la atención básica de salud a centenares y miles de personas".
Agrega que "los combates que se desarrollan en el noroeste de la ciudad de Deir Ezzor ponen en peligro el abastecimiento de agua en la zona".
Mardini subrayó que "la victoria a toda costa no solo es ilegal, sino también inadmisible cuando se alcanza mediante ese costo humano".
"Volvemos a llamar a todos los que combaten en Siria a mostrar moderación y a cumplir con los principios básicos del derecho internacional humanitario", concluyó.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.