"Estas personas se quedaron sin hogar, huyeron de los terroristas, tratamos de hacer todo lo posible para ayudarlas, recientemente, más de 80 familias abandonaron el campamento y regresaron a donde vivían antes de la guerra para reconstruir sus casas", dijo.
El centro, que servía como escuela para los niños dotados, acoge actualmente a 230 familias, o unas 1.500 personas, señaló.
También hay quienes huyeron de las provincias de Idlib, Alepo, Deir Ezzor y Deraa.
Rusia, Turquía e Irán firmaron a principios de mayo un memorando para establecer en Siria cuatro zonas de distensión que buscan poner fin a los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.