La visita puso de relieve un nuevo nivel de compromiso que podría involucrar a Riad para que desempeñara un papel vital en la reconstrucción de las ciudades predominantemente suníes de Mosul, Faluya, Ramadi y Tikrit.
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"Aquí hay varias cuestiones y estrategias de Irán y Arabia Saudí. Estamos ante dos países competidores en Oriente Medio que rivalizan por el apoyo de chiíes y suníes", explicó a Radio Sputnik el general retirado del Ejército de EEUU y presidente de la organización Stand Up America, Paul Vallely.
"Irán apoya a los chiíes, mientras que Arabia Saudí apoya a los suníes. Creo que Irak está mirando más hacia Arabia Saudí porque tiene más activos, tiene más dinero para apoyar la rehabilitación del norte de Irak", opinó el analista.
Hablando de lo que Arabia Saudí podría ganar en esta alianza con Irak, el analista resaltó la presencia de un "componente energético".
"Durante muchos años, [Arabia Saudí] quiso establecer un oleoducto que cruzara el norte de Irak a través de Siria hacia el Mediterráneo. (…) Por lo tanto, si el enfoque incluye los campos de petróleo, entonces se requerirá una tremenda inversión", señaló el analista.
En este contexto, algunos especialistas sugieren que debería haber una división entre las dos partes de Irak, las provincias norte y sur.
"Pero el Gobierno de Bagdad quiere mantener Irak bajo un control total, incluido el Kurdistán. Así que no hay soluciones fáciles. Si EEUU y Rusia, es decir, Trump y Putin, se reúnen y logran elaborar alguna solución, sería posible resolver esta situación", concluyó Vallely.