El patrullero estadounidense USS Thunderbolt lanzó el 25 de julio disparos de advertencia contra un barco iraní, operado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés).
Los representantes del IRGC calificaron el hecho como "una provocación" y lo tildaron de "falta de profesionalidad", destacando que la nave persa prosiguió con sus objetivos sin reaccionar a los disparos.
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A su vez, un coronel del IRGC, que prefirió mantener el anonimato, analizó las posibilidades de escalada de un conflicto de este tipo hacia un enfrentamiento bélico directo.
"Lo que hacen los estadounidenses es poco profesional. Son provocaciones propagandísticas destinadas a obtener alguna base jurídica para emplear la fuerza militar contra 'el país que, supuestamente, perjudica la seguridad de la región'. (…) Además, sirve como justificación de las sanciones recién aprobadas", opinó el interlocutor de Sputnik.
En las aguas del golfo Pérsico siempre están presentes los buques de varias naciones, que se acercan a los demás constantemente. "Pero eso no quiere decir que se deba disparar de inmediato", profundizó.
Esta opinión la reiteró el politólogo especializado en asuntos internacionales Ali Reza Rezajá. Según él, a pesar de la retórica belicosa del mandatario norteamericano, Donald Trump, Washington no va a provocar un conflicto militar con Irán.
"Hay que tomar en consideración la política doméstica de EEUU. El presidente Trump está bajo presión por los supuestos 'vínculos con Rusia' hasta el punto de que ciertos senadores cuestionan su legitimidad", recalcó.
El crecimiento de las tensiones internas hace más agresiva y osada la política exterior de la Casa Blanca, y "es bien sabido el gran potencial de EEUU de propiciar la escalada de los conflictos militares e internacionales en la región [de Oriente Próximo]".
El poderío militar de Irán es suficiente para contener a EEUU: "No serán capaces de aplastar a Teherán con una invasión, ya que las pérdidas para el Pentágono serían inaceptables.
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De manera que lo que buscan es "fomentar la 'iranofobia' y desacreditar al país persa ante la comunidad internacional". Pero esto tampoco lo lograrán, concluyó el politólogo Rezajá.
