La visita oficial, que finaliza este 20 de julio, ha reunido a Abás con su homólogo chino, Xi Jinping. El líder palestino ha compartido su deseo de que China juegue un papel importante en el proceso de paz de Oriente Próximo. Por su parte, el presidente chino ha asegurado que apoya la hoja de ruta del proyecto 'dos Estados para dos naciones' y que es partidario de volver a las fronteras de 1967, así que el hecho de que China no solo apoye, sino ayude a Palestina, es bastante probable.
Ki Kaiyuan es politólogo en la Universidad del Sureste de China y para él la propuesta de China puede influir en la resolución del conflicto, pero hasta cierto punto.
"Tanto Palestina como Israel mantienen buenas relaciones con China, lo cual es una gran ventaja en la resolución del conflicto palestino-israelí", explica el politólogo, que añade a la vez que a pesar de todo las posibilidades de China para avanzar de manera notable en la solución del conflicto son muy limitadas "en tanto que las causas del conflicto han llevado a una guerra fría entre ambos países".
"No se puede decir que no haya posibilidades de alcanzar la paz, pero son muy pequeñas", reconoce el politólogo.
Stanislav Tarásov, autor de varios libros y experto en Oriente Próximo, cree que Xi Jinping ha dado un paso político muy significativo para reforzar su presencia económica y política en la región.
"[La propuesta de China] es una declaración muy simbólica y llega en el momento más oportuno. Hasta ahora el presidente chino ha trabajado codo con codo con Israel y Palestina en determinados sectores económicos. Que Pekín quiera mediar en la resolución del conflicto palestino-israelí es una señal muy seria", dice Tarásov.
Es más: el ministro del Interior chino, Zhang Ming, anunció al término de las negociaciones entre los presidentes palestino y chino que Pekín quiere celebrar una conferencia sobre la cuestión palestina antes de finales de 2017, una iniciativa que surge justo cuando los esfuerzos del 'cuarteto' compuesto por Estados Unidos, Rusia, la ONU y la Unión Europea para sentar en esa mesa de negociaciones a ambas partes no están dando ningún resultado.
La hoja de ruta del gigante asiático parece clara. China reforzará su presencia económica en la región. Ahora que Estados Unidos ha perdido gran parte de la suya, parece el mejor momento. Con todo el dinero que tiene China, el país invertirá en la región y los países de Oriente Próximo jugarán a dos bandas para reorientar sus políticas hacia China en lugar de hacia Estados Unidos, señala Tarásov.
"[Para que eso ocurra] harán falta décadas, pero jugar la carta china en las negociaciones con Estados Unidos y con otros países, tal vez incluso con la misma Europa, es desde luego una táctica bastante efectiva", concluye.
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La visita de Abás a China se produce pocos meses después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también visitase la capital china.
En los últimos años el gigante asiático está decidido a desempeñar un papel más relevante, incluso político, en Oriente Próximo, región que ocupa un lugar primordial en el ambicioso proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda.