"Desde principios de este mes hemos limpiado de artefactos explosivos 11 aldeas de la montaña de Latakia, tras la retirada de los rebeldes los artificieros han desactivado más de 800 bombas de gran potencia", declaró a los periodistas.
En caso de detonarse, los metralla que contienen esas bombas es capaz de sembrar la muerte en un radio de hasta 200 metros, indicó.
El general destacó que en una aldea se descubrió un arsenal con más de 30 sistemas estadounidenses de misiles antitanque.
Actualmente, según Magdi, las 11 aldeas están listas para el regreso de sus habitantes.
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Las labores de desminado no provocaron bajas entre los soldados, que habían realizado un curso de formación en la filial siria del Centro Internacional Antiminas de las Fuerzas Armadas de Rusia.
