"El secretario general de la ONU condena el ataque de tres terroristas en el casco antiguo de Jerusalén (…) este incidente potencialmente puede provocar una violencia posterior", dijo el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, al añadir que "todos deben actuar con responsabilidad para evitar una escalada".
Tras el ataque las autoridades israelíes ordenaron el cierre del complejo de la Explanada de las Mezquitas y cancelaron la plegaria musulmana del viernes (14 de julio) en la mezquita Al Aqsa, una medida que no se producía desde el año 2000, cuando estalló la segunda intifada.
El cierre de la Explanada y la cancelación de la plegaria pueden crear tensiones adicionales a lo largo de la jornada de hoy y en los próximos días si el cierre continúa.