El secretario general de la organización, Salil Shetty, denunció que durante décadas "el mundo ha permanecido impasible mientras Israel destruía hogares de palestinos y expoliaba sus tierras y recursos naturales para obtener beneficios".
Indicó que ya es hora de que los Estados adopten medidas internacionales concretas que pongan fin a la financiación de unos asentamientos que "son en sí mismos una infracción manifiesta del derecho internacional y constituyen crímenes de guerra".
"Deberían empezar imponiendo una prohibición internacional sobre los productos de los asentamientos y un embargo integral de armas sobre Israel y los grupos armados palestinos, y poner fin a la impunidad por los crímenes cometidos durante décadas a través de investigaciones genuinas de la Corte Penal Internacional, entre otras cosas", apostilló.
Shetty explicó que prohibiendo los productos de los asentamientos y adoptando leyes y normas que impidan a las empresas operar en los asentamientos israelíes, los gobiernos de todo el mundo tienen la oportunidad de lograr un cambio real en la vida de millones de palestinos que "llevan soportando injusticia, indignidad y discriminación desde hace decenios".