"Habida cuenta de la peculiar política y las ambiciones de Erdogan, quien podrá permanecer en la presidencia durante mucho tiempo, la política de Turquía podría tornarse menos predecible y más agresiva", dijo Nóvikov a Sputnik.
Sin embargo, Nóvikov piensa que es posible preservar y sacar adelante las relaciones entre Moscú y Ankara.
"Hay que aprovechar las oportunidades en ese sentido, aunque no descarto que en algunas etapas resulte difícil", señaló.
El jefe del Estado podrá en particular promulgar decretos con fuerza de ley, declarar estado de excepción, designar vicepresidentes, ministros y otros altos cargos, y no estará obligado a suspender la filiación política como ahora.
El actual líder turco, Recep Tayyip Erdogan, elegido por sufragio directo en 2014, podría quedarse al frente del Estado hasta 2029, por dos mandatos consecutivos de cinco años si vence en las elecciones del 3 de noviembre de 2019 que marcarán la transición de Turquía al modelo de república presidencialista.