"No tenemos la intención de mantener a Asad a toda costa, estamos en contra del violento cambio de régimen desde el exterior", dijo.
Recordó los hechos en Yugoslavia, y Libia, e Irak y avisó contra la repetición del mismo guion.
"Es un camino muy peligroso y contraproducente que lleva a consecuencias muy trágicas", señaló.
Aseguró que sin Asad Siria se desplomará o se sumirá en una guerra civil más intensa.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas como Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambas prohibidas en Rusia y otros países.
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Las hostilidades han causado, según estimaciones de la ONU, entre 300.000 y 400.000 muertos.